Las contracciones de Braxton Hicks comienzan a sentirse, por lo general, a partir de la segunda mitad del embarazo y son una especie de "ejercicio previo" para el útero. Al principio no vienen acompañadas de dolor, son esporádicas e irregulares y abarcan todo el útero durante unos segundos, en los cuales la embarazada siente cómo se endurece y tensa el abdomen.
A medida que el embarazo avanza, y sobre todo cuando faltan algunas semanas o días para el parto, estas contracciones se tornan más frecuentes y duraderas y esta vez sí pueden venir acompañadas de molestias o dolor.
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Pues eso mismo es lo que empecé a sentir ayer, día 22/05 con 37 semanas + 3 días de embarazo. Noté como de repente mi barriga en varias ocasiones se tensaba, se ponía dura como una piedra sin sentir ningún tipo de dolor. No era la primera vez que me ocurría.
Lo que nunca me había pasado era sentir dolor o molestias. Después de estas primeras contracciones indoloras vinieron otras acompañadas de dolor en el bajo vientre. Parecido al dolor de la menstruación.
Sabía que no eran contracciones reales de parto, ya que no eran constantes en el tiempo. Me daban sin ningún tipo de orden y se suavizaron con el reposo.
Pero, a diferencia de las primeras contracciones Braxton indoloras y esporádicas, estas contracciones pueden hacer "madurar" el cuello el útero, es decir, ablandarlo y afinarlo gradualmente. Este periodo se denomina preparto.
A esto se le suma que me veo la barriga más baja y que Naiara ya no se mueve tanto. Ambos son indicios de que el parto no está muy lejos. Aunque claro, con las ganas que tengo ya de que llegue al mundo, cualquier excusa me vale para pensar que no tendré que esperar hasta el último día.