El día 25 de Mayo, estando ya en la semana 38 de embarazo, tuve mi primera cita de monitores. Estos empiezan a realizarse cuando el parto se aproxima y sirven para controlar el estado de salud del bebé y si estás empezando a tener contracciones.
¿Como se realiza?
Pues te colocan dos cintas, correas o gasas anudadas a la barriga y debajo ponen unos electrodos. Uno recoge los movimientos del bebe y el latido cardíaco fetal, y el otro las contracciones que se producen en el útero. Toda la información aparece en un monitor situado junto a la camilla o silla, y a su vez, se va grabando en una banda de papel.
Mi experiencia
Tuve la cita en mi centro de salud a las 9 de la mañana. Me dijeron que fuera bien desayunada para que el bebé se moviese. Después de estar media hora tumbada en una camilla, con las bandas puestas, oyendo los latidos de mi bebé, me dieron los resultados. Había que repetirlos!!
No había ocurrido nada grave. No tenía contracciones, el ritmo cardíaco de Naiara estaba bien, pero apenas se había movido. Lógico!! Si se pasa todas las noches de fiesta! Es una barbaridad lo que se mueve una vez entro en la cama e intento dormir. Vaya noches me esperan una vez que nazca.
La doctora me recomendó volver a comer antes de ir a repetirme la prueba, que ya no sería allí, sino en el Hospital Clínico (Málaga). En esta sala de monitores no había camillas, sino sillas acolchadas con reposapies mucho más cómodas, ya que, en mi caso, el estar boca arriba lo único que me trae son mareos.
Estuve más de media hora con las gasas y los electrodos, y esta vez Naiara estaba más que despierta. Por cierto, no tuve que pulsar ningún botón ni hacer nada cuando sentía los movimientos. Me fui con mi papelito de monitorización sabiendo que todo estaba perfecto. La siguiente cita será el siguiente lunes, cuando comience la semana 39.
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