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martes, 17 de noviembre de 2015

Entrar con bombo y salir con andador


Con el tac y la resonancia se habían descartado los posibles daños a la columna, pero seguíamos sin saber qué me había ocurrido. Todos los médicos coincidían en que no se podía saber con exactitud qué había originado esa inmovilidad en mi pierna izquierda. Que no era algo habitual, pero que podía pasar. Las causas podían ser diversas. Desde la misma punción de la epidural que hubiese rozado algún nervio hasta una mala postura en el potro una vez anestesiada. Ese no era mi caso ya que yo no llegué a estar en esa posición. Pero los neurólogos apuntaban a la cesárea, no a la epidural. 


Según he leído en internet:

Con la cirugía se corta la piel de forma horizontal. Después se separa la grasa y se corta en sentido transversal la aponeurosis, que es una fuerte capa que sujeta los músculos abdominales y los intestinos. Los músculos abdominales se separan, no se cortan. El peritoneo, una fina bolsa donde se acumulan los órganos abdominales, se desgarra suavemente con los dedos. Así se accede al útero. Este se abre con un corte transversal por una zona llamada segmento, que se encuentra entre el cuello y el cuerpo del útero, para sacar al bebé.



Con todo ese "ajetreo" en la barriga, se puede comprimir un nervio, adormecerlo. Esto ocasionaba la inmovilidad. No es algo permanente, tiene recuperación pero es lenta. Me dijeron que aunque no me lo podían asegurar al 100%, ellos creían que me iba a recuperar por completo. Eso sí, no sabían en cuanto tiempo. Podían pasar semanas o hasta seis meses o un año.

Habían pasado 8 días cuando llegaron a esta conclusión. Todos ellos los había pasado en la cama del hospital, boca arriba sin poder moverme. Los primeros días solo movía el tobillo y la rodilla de forma ligera. Luego levantaba la rodilla con mucho esfuerzo hasta poner el pie sobre la cama. Solo los dos últimos días apoyé los dos pies en el suelo con mucho esfuerzo y mucha ayuda.


Entré al hospital el miércoles 10 de Junio a las 3 de la madrugada con la bolsa rota. Salí el jueves 18 al medio día, 8 días después con una niña sana y preciosa, con un andador y una cicatriz con 23 grapas. Debía dar rehabilitación en mi centro de salud, tener paciencia y tomar mil y una pastillas con todo tipo de vitaminas y minerales. 


Ahora venían los días más duros...



11 comentarios:

  1. Vaya odisea... Estoy deseando ver la próxima entrada, estoy enganchadisima a tu historia! ^^

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  2. Pobrecita, qué mala suerte. Imagino el miedo de no tener un pronóstico seguro, qué malos ratos!
    Un besazo!

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  3. Vaya mala suerte, desde luego se complicó todo, saludos!

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  4. espero que ya estes al 100% preciosa. Mucho animo

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  5. Ay, linda, menos mal que al mirar a tu niña se te hacía la cosa más fácil

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  6. Ostras Naiara, desde luego una cesárea no es algo banal...
    El otro día me comentaba un enfermero que la única vez que se mareó en un hospital fue en su primera cesárea. Por lo que me comentó le desgarraron la zona con las manos no de una manera precisamente "suave"... se ve que tiene sus motivos ya que así la piel se regenera mejor que con un corte. De todas formas es bueno saber estas cosas para tener presente a qué atenernos, y que no deja de ser una intervención con muchos riesgos que a veces se hace innecesariamente (no es tu caso por lo que he leído).
    Espero que ya estés recuperada, lo dicho sigo leyendo! ;)
    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Yo tmb lo había escuchado eso de romper con las manos. A mí no se de que forma me lo hicieron. He escuchado lo mismo de las episotomias. Que es mejor que se rompa de forma natural a que corten ellos.

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