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domingo, 15 de noviembre de 2015

El reencuentro y la recuperación post-parto


Parecía mentira. Después de tantas horas, casi 14 horas en paritorio más 4 entre quirófano y observación, iba a subir a planta. Eran las 9 de la noche y la habitación estaba vacía. A los pocos minutos empezaron a llegar los familiares. Tengo que agradecer que entrasen en silencio, me saludasen y se fuesen. En esos momentos no te apetece nada. Solo estar con tu bebé. 

Y eso fue lo primero que le dije a mi madre al verla, que dónde estaba la niña. En ese momento ya fue cuando me enteré que había estado todo el tiempo en la incubadora recibiendo oxígeno. Que había nacido con los pies y las manos moraditas, pero que no tenía que preocuparme. 

La trajeron dos horas más tarde, a las 11 de la noche, al poco rato de irse toda la visita. Supongo que no fue casualidad, lo cuál agradezco. Era el momento de reencontrarnos y comenzar con la lactancia materna. Un momento delicado e íntimo a mi parecer. La enfermera llegó con ella en la cuna y me la puso sobre el pecho para que le diera calor. Al fin había pasado todo. Ella estaba en perfecto estado y yo por el momento también. 





Yo seguía con el catéter de la epidural puesto. Fui recibiendo anestesia hasta el día siguiente a las 8 de la tarde. Es decir, más de 24 horas. Creo que fue para que no me doliese la cirugía de la barriga. Con los días me enteré de que la cesárea había sido algo más complicada de lo habitual. Naiara venía con dos vueltas de cordón umbilical, una al cuello y otra al cuerpo. De ahí también que mi cicatriz no sea del todo pequeña. Exactamente, 23 grapas. 


A las 5 o 6 horas de haber retirado la epidural, lo normal era volver a tener movilidad en las piernas. Con la derecha no hubo problema, pero con la pierna izquierda no fue tan sencillo. Sensibilidad tenía, pero no podía moverla. Empezamos a preocuparnos, ya que pasaban las horas y seguí igual. A partir de aquí me visitaron anestesistas, ginecólogos, matronas, neurólogos, ... Ya estábamos a viernes, hacía 48 horas de mi cesárea, y aún no sabíamos qué le había pasado a mi pierna. Pidieron que me hicieran una resonancia y un tac, para descartar lesiones en la columna. El tac fue el sábado y la resonancia el lunes. Hasta el martes no supe que las dos pruebas habían salido bien. 


¿Qué me estaba pasando entonces?

Próximo post Martes 17

5 comentarios:

  1. Jo pues si que se complico todo, menos mal que viste por lo menos a tu niña que estaba sana, besos! :)

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  2. Hija, sí que las pasaste canutas. Sobre todo por el no saber. Mis cesáreas fueron más sencillas, al día siguiente ya podía levantarme y dar unos pasos. Me dejas con la angustia, volveré a leer a ver!
    BESOS!

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  3. Jolín nena vaya tela, de susto en susto que fuiste.
    Me encanta como has descrito el momento de vuestro encuentro, tiene que ser espectacular tener a tu nena en el pecho y por fin sentirla y abrazarla fuera de tu barriguita.

    ¿Qué pasó entonces preciosa? Yo no había oído otro caso de cesárea que prolongasen la epidural pero debe ser lo que dices que fue más complicada y te mantuvieron así para evitar el dolor, pero lo de la pierna nena, ¿estás bien?

    Besotes!

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  4. Ese momento de reencuentro con tu niña lo recordarás de por vida, debió ser más que emocionante. Me dejas muy intrigada con lo de la pierna, saludos!

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